La New European Bauhaus, la Universidad Rey Juan Carlos y la FP de Carpintería del Instituto López de Aranguren. Juntos han consolidado una estrecha colaboración que les ha permitido desarrollar el proyecto europeo Cocreate-PlaYInn. Se trata de una estrategia para mejorar la calidad de dos plazas del municipio de Fuenlabrada, en Madrid, a través de la instalación de mobiliario urbano creativo, inclusivo y, sobre todo, sostenible.
Su punto de partida fue la esencia de la iniciativa: Valorar la necesidad de embellecer y desarrollar el espacio público para atender a los distintos grupos de población. Así, comenzó un proceso de cuatro fases, siendo la primera el co-diagnóstico, liderado por el alumnado de cuarto curso de Urbanismo de la Rey Juan Carlos. Dicha universidad realizó entonces una importante labor investigadora en la que tomaron partido las arquitectas y docentes Fermina Garrido y Lucila Urda.
La intención era poder reutilizar otros elementos de mobiliario en desuso, de forma que la segunda fase del proyecto fue la de co-creación, momento en el que el Ayuntamiento de Fuenlabrada tuvo un papel activo. Asimismo, los alumnos recibieron un curso impartido por el colectivo Basurama, que estudia los procesos de producción y consumo de basura en la sociedad contemporánea española.
Se aplicó una metodología innovadora de prototipado, en la que se sumó el estudiantado de la materia ‘Arquitecturas Efímeras’ del Grado en Diseño Integral y Gestión de la Imagen, así como estudiantes de Formación Profesional. Y es que, los encargados de dar una segunda vida a las plazas de Poniente y Huerto del Cura no tenían más de 24 años. Por supuesto, la materia prima esencial seleccionada fue la madera, en concreto, procedente de bancos viejos reutilizados y cedidos por el consistorio.
El reacondicionamiento de estas plazas públicas se ha realizado entre 2023 y 2025, y ha sido posible gracias a la cofinanciación de la Unión Europea que, a través de la NEB, ha concedido un presupuesto de 45.000 euros, o lo que es lo mismo, el 64% de la inversión total. Ha participado también el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT, en sus siglas en inglés), que ha sido un importante motor y garantía de desarrollo de las soluciones puestas en marcha en Fuenlabrada. Asimismo, cabe mencionar a la empresa catalana Escofet, de diseño e industrialización de elementos urbanos, y a Licuas, dedicada a la ingeniería civil y la construcción.
Esta iniciativa se alinea con el ánimo de la administración por implicar a los jóvenes en su entorno construido cercano, al igual que lo promueve la filosofía de la iniciativa Nueva Bauhaus de la Comisión Europea. La ciudad aspira a convertirse en Capital Europea de la Juventud en el año 2027; Es más, ya es una de las cinco finalistas, junto a otra española, Málaga, y Chisináu (Moldavia), Parma (Italia) y Skopje (Macedonia).
Tampoco se puede pasar por alto que esta estrategia europea supone un precedente, que demuestra que la implicación ciudadana es posible gracias a la colaboración de las instituciones: Juego y tecnología puestos al servicio del talento y nuevas ideas para dinamizar el tejido social y cultural de los ecosistemas urbanos.