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Construcción responsable: La ética verde de los BTC en la arquitectura contemporánea

¿Y si ya lo hemos conseguido? Dar un paso más hacia la arquitectura de calidad, con la creación de un material de construcción eficiente, que permite un buen aislamiento térmico y acústico, que es reciclable, y que tiene un bajo impacto ambiental. Se trata de los BTC o Bloques de Tierra Comprimida, una mezcla sencilla, a partir de tierra y agua, a la que se puede añadir cal o cemento para mejorar su mantenimiento.

La filosofía de este recurso local y accesible, con bajos costes de producción, está fomentando su popularidad para la construcción de viviendas ecológicas, la restauración de edificaciones históricas y, en definitiva, para su uso en la arquitectura vernácula de cada localidad, región y país.

De hecho, estas no son sus únicas aplicaciones, pues este año hemos sido testigos de que este lenguaje constructivo sostenible puede ser el protagonista de un discurso expositivo. Es el caso de la muestra Arquitectura es cooperación de la Casa de la Arquitectura de Madrid. Organizada por la Dirección General de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MIVAU), visibiliza proyectos y acciones que dignifican las vidas de grupos vulnerables en los entornos construidos.

El arquitecto Josep Ferrando ha sido el encargado de materializar este diseño expositivo efímero, en el que, desde luego, la elección de los materiales de montaje, los BTC, no ha respondido únicamente a una cuestión estética. Y es que resulta una forma tangible de demostrar el compromiso con los principios de la economía circular y la calidad arquitectónica.

 

Presencia en la Bienal de Venecia 2025

Dichos valores son, asimismo, los que han llevado a los Bloques de Tierra Cruda a la Bienal de Venecia en su edición de este año. Su representante es la empresa FetdeTerra, de la arquitecta Maite Sainz de la Maza y el geólogo Macari de Torres. En los últimos años, han llevado a cabo un proyecto de investigación enfocado en desarrollar este material como producto estandarizado e industrializado, y fácil de colocar en obra.

Es más, este sistema de construcción ha sido reconocido en la categoría Investigación y Difusión de la XIV Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (BEAU), celebrada en el año 2018. La entidad catalana, en la que nacen los Tapialblock, busca fomentar su uso pues, además de su calidad y convivencia con el medio ambiente, permiten disminuir el coste energético de los edificios y regulan su temperatura. Esto se debe a que la tierra transpira y purifica el aire.

Los Tapialblock tampoco generan residuos ni tóxicos, y reducen las emisiones de CO2. Además, fueron finalistas en la categoría Innovación de los Premios ARQUITECTURA 2024 del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE).

Y es que, en la actualidad, cuando ya la sostenibilidad no es una opción, sino una urgencia, los Bloques de Tierra Comprimida se han convertido en una alternativa real y coherente para enfrentar los retos de la arquitectura contemporánea y dar respuesta a las necesidades ciudadanas. Así, no solo constituyen una técnica constructiva, sino que suponen un recurso que permite apostar por los materiales locales y la resiliencia.