“Oye, mira…”. Hoy, desde el contact point español de la Nueva Bauhaus, te animamos a ‘abrir’ tus sentidos para descubrir las propuestas artísticas que cada año nacen en Extremadura, de la mano del proyecto Filare.
Precisamente, aquello de Oye, mira, la forma en la que hemos comenzado este reportaje, fue una pintura mural de Natalia Blay y María Peña que, en el año 2022, en el municipio de Alcuéscar (Cáceres), puso el foco sobre la lengua de signos y el braille.
Con ella, no solo se expresó la necesidad de mejorar la inclusión en las sociedades actuales, sino también la diversidad; mediante los dibujos de tres manos, se muestran la brecha generacional (a través de las arrugas), la interculturalidad (distintos colores de piel) y la situación de grupos vulnerables (heridas y cicatrices).
Filare se encarga de apoyar acciones que, como esta, cruzan el arte y la cultura con la inclusión social, la ciencia y la tecnología en los municipios urbanos y zonas rurales de Extremadura. ¿No te recuerda a los valores de la iniciativa Nueva Bauhaus de la Comisión Europea? No cabe duda que este proyecto de la Dirección General de Accesibilidad y Centros del gobierno autonómico extremeño (que cuenta con la colaboración del Colegio Oficial de Arquitectos COADE) está completamente alineado con la filosofía NEB.
Las intervenciones, que pueden ser instalaciones, performances, pintura o arte sonoro, tienen un carácter efímero, aunque su permanencia se puede extender con el acuerdo entre los vecinos y la administración. Hasta ahora, se han hecho tres convocatorias (años 2021, 2022 y 2023) en las que se ha valorado no solo la creatividad, sino también la capacidad de hacer efectiva la co-creación y la participación de la comunidad.
Es por eso que muchas de las actividades se han enfocado en los grupos más vulnerables, las personas con discapacidad, los niños y los mayores. Para implicar a los vecindarios se han organizado, asimismo, encuentros, convivencias y foros.
Tecnologías de la información y herramientas digitales son grandes aliadas de estas propuestas que, además, son sostenibles y respetuosas con el entorno rural y su paisaje. La idea que subyace entre todas estas cuestiones técnicas y formales es tejer hilos, crear lazos, que generen conexiones, experiencias y aprendizajes; en un mismo espacio, por muy pequeño que pueda ser, conviven realidades muy diversas entre sí que hay que atender.