2025 ha traído muchas novedades para la iniciativa NEB de la Comisión Europea. Pero hay cosas que no cambian. Entre ellas, una nueva edición de los Premios Nueva Bauhaus, que este pasado martes 30 de septiembre ha celebrado proyectos innovadores en Bruselas. Hay otro aspecto más que sigue como siempre: La presencia de proyectos españoles entre sus finalistas y ganadores. Es el caso de Superilles Barcelona.
Se identifica en la categoría “Reconectando con la naturaleza”, y, finalmente, ha sido una de las 22 iniciativas seleccionadas de toda Europa que aúnan entre ésta, y el resto de secciones, “Recuperar el sentido de pertenencia”, “Priorizar los lugares y las personas que más lo necesitan”, y “Dar forma a un ecosistema industrial circular y apoyar el pensamiento de ciclo de vida”.
El premio ha sido entregado en Bruselas, en el marco de la segunda edición del evento «NEB en Regiones y Ciudades», participado por más de 400 personas. En él, un representante del equipo celebró que este ha sido «un final feliz que demuestra que las ciudades pueden mejorar con el ánimo de políticas públicas».
Pero, ¿en qué consiste exactamente la iniciativa? Planeó y llevó a cabo, desde 2021, una transformación integral del entorno construido del emblemático barrio del Eixample, también conocido como el Ensanche de Barcelona. Priorizó las zonas verdes, y las plazas como lugares de encuentro vecinal, lo que permitió la reducción sustancial de la contaminación y fomenta, desde entonces, la vida comunitaria.
De esta forma, se apuesta por la que podríamos llamar ‘la ciudad del futuro’, en la que disminuye la circulación de vehículos, y donde se embellecen las calles con vegetación, lo que, en esencia, supone combatir el cambio climático y motivar la cohesión social. El resultado estructural de todas estas transformaciones es la creación de “Supermanzanas”, un modelo que permite, por un lado, reorganizar la movilidad y liberar las calles del tráfico de paso; y, por otro lado, definir una nueva tipología de calle, el denominado «eje verde».
En total, se crearon 21 ejes y 21 plazas, lo que mejoró las condiciones de bienestar y confort, y la salubridad, e impulsó la accesibilidad, uno de los valores más relevantes para la Nueva Bauhaus en la actualidad. Y es que las calles ahora son plataformas de un solo nivel, lo que elimina los bordillos y otras barreras para las personas con dificultades de movilidad, los adultos mayores y los cuidadores con cochecitos.
Se unen a esta medida, la implementación de nuevos pavimentos, el aumento de las zonas de sombra y el impulso de Sistemas de Drenaje Urbano Sostenible (SUDS) para infiltrar el agua de lluvia en el suelo, evitando así que se sobrecargue el sistema de alcantarillado y favoreciendo la recarga de aguas subterráneas.
Asimismo, la propuesta destaca por haber sido co-creada entre los profesionales de la arquitectura y el urbanismo, las asociaciones locales y los vecinos. El conjunto se constituyó en un grupo promotor, encargado de la toma de decisiones y la gestión. Se llevaron a cabo más de 20 acciones participativas, con más de 1.500 participantes, lo que permitió adaptar y mejorar las acciones previstas en el Eixample.