Con motivo del Día Internacional de la Mujer, celebrado el pasado 8 de marzo, la Casa de la Arquitectura acogió este lunes el acto ‘La Arquitectura como política de cambio social y de igualdad’. En el sector, la capacidad y creatividad de las mujeres han sido silenciadas durante muchas épocas. Por suerte, a día de hoy, conocemos muchos nombres de profesionales que han diseñado importantes construcciones y espacios públicos.
Su mirada a todas las escalas, desde el edificio, el desarrollo sostenible de la ciudad y la planificación territorial, está siendo promovida especialmente desde la iniciativa Nueva Bauhaus de la Comisión Europea. Uno de los valores que estructuran su filosofía es la ‘Inclusión’, que se aplica, en concreto, a la igualdad de género. Precisamente, la Ley nacional de Calidad de la Arquitectura, desde el año 2022 se encarga de motivar este aspecto como característica primordial en los diseños de calidad.
Sobre este aspecto se reflexionó en el evento de este 10 de marzo, presentado por Iñaqui Carnicero, secretario general de Agenda Urbana y Arquitectura, cuya intervención dio paso a la proyección del documental Lavadoiro, una obra de la arquitecta y fotógrafa Ana Amado, y del cineasta Lois Patiño. Se trata de una mirada poética hacia la relación entre los espacios y el trabajo doméstico de las mujeres a lo largo de su vida, en concreto, en los lavaderos, típica construcción de la Galicia rural.
Por su parte, Maite Verdú, directora general de Agenda Urbana y Arquitectura, subrayó la importancia de la mujer en la función pública y dió paso a una mesa redonda, moderada por Ángela García de Paredes, Premio Nacional de Arquitectura 2023. En ella participaron la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, Beatriz Sendín, integrante de la plataforma n’UNDO, e Inés Novella, investigadora y profesora en igualdad, urbanismo y arquitectura. Por supuesto, el acto también contó con la presencia de Ana Amado.
Durante el evento se resaltó la importancia de que “la presencia de mujeres en la profesión no puede limitarse a ciertos ámbitos”, pues debe ser “transversal y visible en todas las escalas”. Asimismo, se insistió en la necesidad de que las futuras generaciones tengan cada vez más ejemplos de referencia para estudiar su carrera soñada.
“La primera mujer que estudió arquitectura se menciona en los libros como una anécdota. Afortunadamente hoy ya es algo normal, cada vez son más las mujeres que estudian en las distintas escuelas”, explicó la directora general de Agenda Urbana y Arquitectura. Dicha presencia tiene, por supuesto, un impacto en la configuración de las ciudades que habitamos y en el modelo de sociedad por el que se apuesta; un modelo inclusivo, como se apuntaba anteriormente, así como sostenible y bello.